martes, octubre 31, 2006

Libertad y determinismo.

¿Somos realmente libres?... Conforme me he ido sumergiendo en las diversas teorías científicas que buscan socavar los misterios de la naturaleza en un intento aparentemente infinito de comprender la complejidad y vastedad de la realidad (la nuestra), me han ido surgiendo innumerables interrogantes e inquietudes. Una de ellas se refiere a nuestro concepto consensuado de libertad.
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Interpretación de Everett
Una de las interpretaciones más controvertidas de la teoría cuántica es la que se conoce como la interpretación de los mundos múltiples de Hugh Everett III (MWI por sus siglas en inglés), de la que todos los aficionados a la literatura o al cine de ciencia ficción hemos oído hablar alguna vez. ¿Pero qué es esta interpretación y qué está interpretando? Partiré desarrollando la segunda de estas interrogantes para finalmente aclarar qué tiene que ver la MWI con la libertad humana.
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Primeramente esta interpretación hace alusión a dos principios cuánticos ampliamente demostrados experimentalmente, los cuales son el Principio de Incertidumbre (de Werner Heisenberg) y el Principio de Superposición de estados cuánticos. El primero de ellos nos dice que es imposible conocer simultáneamente la posición y el momento lineal (cantidad equivalente a la multiplicación de la masa por la velocidad) de una partícula en movimiento (ambas cantidades calculables mediante funciones de onda: a nivel cuántico las partículas se comportan como ondas), por lo que se debe optar por medir uno u otro valor. El segundo principio afirma que las partículas pueden tener simultáneamente dos o más valores para una misma cantidad observable, y al momento de medir dicha cantidad, la función de onda "colapsa" aleatoriamente hacia uno u otro valor. (Para ilustrar este principio en donde coexisten dos o más estados podéis buscar en la web la paradoja conocida como "el gato de Shrödinger").
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Entonces surge la interpretación de Everett: Es posible que mientras la función de onda de una partícula colapsa hacia tal o cual valor o estado de la superposición, también colapse hacia otro valor o estado para un observador paralelo; de la misma manera, mientras una partícula nos dice su momento, a un observador paralelo le manifiesta su posición. Básicamente Everett propuso que existen infinitos universos paralelos en los que ocurren los eventos que aquí no ocurrieron. Eso nos abre nuevas puertas teóricas.
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Libertad como fenómeno determinista
¿Qué ocurre entonces con la libertad? Si yo, sujeto libre, decido ir hacia la izquierda, mis partículas "colapsan" en tal sentido y por ello en este universo me muevo hacia la izquierda. Asimismo y de manera simultánea mis partículas colapsan hacia la derecha en un universo paralelo (en las mismas coordenadas espacio-temporales). De lo anterior se infiere que somos una superposición de realidades y que toda decisión que yo tome tendrá su opuesta en una realidad paralela. ¿Qué consecuencias tiene lo anterior? Si yo decido en dos realidades diferentes dos sentidos de movimiento divergentes entre sí (izquierda en Universo A, derecha en Universo B), estoy necesariamente creando dos líneas históricas (siguiendo el principio lógico de causalidad) en el que todos los eventos de A sucederán a partir de mi desplazamiento hacia la izquierda y serán independientes y distintos de B, en donde me desplacé hacia la derecha, aunque compartan eventos comunes o coordenadas temporales coincidentes (pasado). Luego existen infinitos universos en donde todo es posible (sino aquí, allá sí), y estoy, por las leyes de la física, obligado a tomar todas las decisiones posibles frente a una misma disyuntiva, pues existo en múltiples universos. Entonces... ¡No soy libre! Siempre escogeré todas las posibilidades generando todo un complejo de infinitas historias personales. Ahora, no sólo ocurre conmigo, sino con todos los sistemas físicos formados por partículas en estado superpuesto; por lo mismo existen infinitos tipos de civilizaciones, formas vivas y acontecimientos cósmicos en un mismo segmento de espacio-tiempo.
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Todo lo anterior se resume en lo siguiente: Cada evento que sucede en cada línea histórica está determinado por el colapso específico de un número grandísimo de partículas que crean las distintas realidades de los distintos universos, y que colapsarán en todos los estados posibles en infinitas combinaciones e infinitas realidades, por lo que absolutamente todo está determinado a ocurrir de todas las maneras posibles en todos los segmentos espacio-temporales posibles. La libertad es un fenómeno psicológico que de pronto se ve transformado en ilusión, ya que aparentemente todos y cada uno de los sistemas vivos, conscientes e inconscientes, están determinados a realizar todo lo que las leyes físicas les permiten experimentar y hacer en las distintas realidades.
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No obstante hay un detalle importante: Si bien la libertad se muestra como un fenómeno determinista en el Multi-Universo de Everett, en la superposición de realidades posibles, es el ego quien conducirá hacia una u otra posibilidad al sujeto físico, pues, y aunque lo decide absolutamente todo en realidades diferentes superpuestas, su estado psicológico colapsa o a la izquierda o a la derecha. La libertad es un fenómeno determinista, pero no por ello pierde su propiedad fundamental: Permitirnos ser nosotros quienes escogemos en qué dirección caminar y qué camino (línea temporal) seguir (aunque sea una mera ilusión).
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Fuentes no explícitamente citadas
Wikipedia (en español): Superposición cuántica
Wikipedia (en inglés): Many-worlds interpretation

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