viernes, mayo 05, 2006

Bioética utilitarista.

Saludos, considerando que ya poseo ideas y juicios claros al respecto, he decidido que es hora de que dé a conocer mi opinión acerca de temas de índole filosófico-biológico, pues como aclaro en mi perfil, me agradan las ciencias experimentales, en especial las biológicas. De hecho, en aquel campo deseo realizarme y trascender, en lo particular, en la biología celular, la molecular, o las neurociencias. Pero siendo coherente con el título "Bioética utilitarista", dejaré mi discurso subjetivo de lado y comenzaré con mi visión objetiva de lo que considero puntualmente necesario publicar, mis planteamientos sobre en qué momento comienza una vida humana, y con qué respeto merece ser tratada.
·
Comienzo de la vida humana
En primera instancia, sobre la cuestión acerca de en qué momento comienza una vida humana, cabe rescatar -para utilizarlas posteriormente-, mis palabras sobre lo que es el ser humano: "Podemos afirmar que el ser humano, que se identifica a sí mismo como un sujeto inherente a una mente determinada, [...] es ser circunstancial, formado por la unión inseparable de su ser esencial con su medio orgánico llamado cuerpo". Eso desde el punto de vista ontológico; ahora, desde el punto de vista biológico, un humano es cualquier individuo que presente en el núcleo de su/s célula/s, una propuesta biológica llamada genoma humano. Es así como podemos llamar individuo humano tanto a un anciano, como a un niño, como a un inválido, como a un atleta, como a un embrión humano. Luego, la vida humana comienza claramente en la unión del material genético de los gametos masculino y femenino, en la formación del cigoto.
·
Diferencias conceptuales
Como podéis haber notado, he hecho una pequeña diferencia conceptual en lo anteriormente enunciado, refiriéndome a ser humano desde la ontología, y a individuo humano, como es más correcto llamarlo, desde la biología. Además haré una subdivisión al concepto de individuo humano, entre organismo humano, refiriéndome al individuo con genoma humano que presenta tejidos y órganos diferenciados, y pro-organismo humano, refiriéndome al individuo con genoma humano que todavía no presenta diferenciación de tejidos.
·
Es así como podemos decir que un cigoto es una vida humana, un individuo humano, pero no un organismo humano -lo de si es o no ser humano, lo discutiremos más adelante-, por lo que sería entonces un pro-organismo humano, aunque también podemos referirnos a él como individuo humano monocelular o pro-organismo humano emergente u original. Un embrión en sus primeras etapas también será un pro-organismo humano (algunos bioeticistas le llaman preembrión, lo que considero un concepto inapropiado), o también un pro-organismo humano pluricelular, conjunto celular humano o acoplamiento celular totipotencial humano, debido a la cualidad que tienen las células que lo componen de convertirse en cualquier tipo de célula humana.
·
Luego, un embrión humano con diferenciación celular será ya un organismo humano emergente, y un embrión con diferenciación de tejidos un organismo humano temprano.
·
Ahora frente a la cuestión de si es o no ser humano, para ser ser humano es necesaria, desde mi teoría de la mutabilidad esencial, la presencia de un principio esencial y un medio. Dijimos que el principio esencial es aún un factor desconocido, que el medio es el cuerpo orgánico, y que la expresión de aquéllo es el ser circunstancial que denominamos mente. Luego, como dije unos párrafos atrás, el ser humano tal y como se conoce y reconoce a sí mismo y a los demás, es un sujeto inherente a una mente, y por tanto, un medio orgánico que no presenta las circunstancias que propician el desarrollo de una mente ni la sostienen (en este caso, un medio orgánico carente de un (sub)sistema nervioso coherente al ser circunstancial mente) no tendrá tampoco la posibilidad de cumplir el fin de ese principio esencial, fundamento de su recta esencial, y éste -el principio esencial- rechazará al medio hasta que no se cumplan dichas circunstancias que permiten la existencia de aquel ser circunstancial, el ser humano. De esto se colige que un individuo humano pro-organismo humano no es un ser humano, pues no presenta aún diferenciación de tejidos, y por tanto no presenta un (sub)sistema nervioso apto para que se exprese una mente que lo haga acreedor de la calificación de ser humano. En cambio, un organismo humano emergente ya será digno de ser calificado como un ser humano emergente, y un organismo humano temprano será a su vez digno de ser calificado como ser humano temprano.
·
Bioética utilitarista
Luego, ¿con qué respeto merece ser tratada la vida humana en sus diferentes etapas? Esta pregunta ve reflejada respuestas diferentes en las diversas corrientes de la bioética. No haré alusión a ellas, ya que son fácilmente halladas en una búsqueda sistemática en la web. Sin embargo, mencionaré la bioética utilitarista, que representa muchos puntos comunes con mi propia visión ética aplicada a la biología. Es así como frente a dicha pregunta puedo concluir que, tanto cigoto como embrión sin diferenciación celular, por no presentar las condiciones básicas para ser calificados como seres humanos, y por lo mismo como sujetos, pueden ser utilizados como objetos vivos, como se utilizan microorganismos procariontes para la elaboración de algunas bacunas o para la transmisión de un gen o producto de éste (enzima, hormona, proteína) a organismos eucariontes, o como se utilizan células humanas somáticas para la investigación biomédica. Además representan un digno objeto de estudio en las prometedoras líneas investigativas que trabajan con células madre, tanto somáticas adultas como embrionarias. Con respecto al trato y respeto con que merecen ser tratados, el fin de un embrión sin diferenciación, como el de todo ser vivo, es mantenerse vivo y reproducir su línea genética, además de, en el caso particular de dicho embrión, diferenciar sus células. Esto puede perfectamente cumplirlo tanto convirtiéndose en un organismo humano, como formando parte de un órgano humano adulto, en el caso de la clonación terapéutica, por lo mismo no estaríamos atentando contra ellos al reproducirlos y diferenciarlos en un órgano creado in vitro. Por otra parte, con respecto a la situación ética que conlleva trabajar con embriones, ¿no es acaso más éticamente cuestionable el hecho de no ayudar a los seres humanos que sufren o sufrirán -que poseen sistema nervioso y por tanto perciben y sienten, y la mayoría tiene conciencia de sí mismos y de su dolor-, que causar la muerte de unos cuantos embriones sin diferenciación para intentar descubrir métodos que alivien dicho sufrimiento, tomando en cuenta que aquellos embriones no sienten nada por no poseer diferenciación nerviosa? Acabo luego respondiéndome por un lado que los embriones sin diferenciación toti y multipotenciales debieran ser utilizados para la investigación, y por otro lado, que hay temas de las ciencias biológicas y de otras ciencias relacionadas más cuestionables que la utilización de embriones en sus líneas investigativas, como son la experimentación con animales, la eutanasia (que considero un derecho), la posible creación de armas biológicas por parte de algunos gobiernos, o en el caso de las compañías farmacéuticas, lo cuestionable que resulta el lucro en la elaboración y comercialización de ciertos fármacos.